Título: Indefinido

Otra vez atacan las murallas de la ciudad, este pueblo terco y rebelde que se desvía en el primer momento que ve calma, parece que sus conciencias corren cuando el placer esta al alcance de un roce de piel.

Esta nación gobernada por hombres acude a mi para ser una resolutora de conflictos. Todos los días me siento debajo de mi palmera para atender las diferentes dificultades que se le presentan a la comunidad. Así me siento cuando como madre tengo que responder a las diferentes peticiones presentadas por mi familia.

Las crisis económicas son como el viento, no los ves venir, pero sabes que en algún momento vendrán y cuando la gestión de cualquier negocio llega a ser incompetente el delicado viento se puede transformas en una gran tormenta que puede acabar con todo a su paso. Es en ese momento cuando una decisión puede cambiarlo todo.

La transformación de una mujer en medio de una competencia puede ser algo alucinante. Puede ser una coronación a la más bella y, aun así, si los estándares de belleza no la acompañan dicha mujer puede remontar la competencia con una respuesta que apisone a las demás en formación intelectual.

Hija de mi madre y hermana de un chico que se desmotiva cada vez que pierde, novia de un joven seis años mayor que yo y del cual a veces parece que su cerebro se desconecta de la realidad, sus pensamientos lo llevan lejos y mis palabras son las que lo mantienen en tierra. Todo esto lo aprendí de mi madre la cual a su lado también tiene igual de terco a mi chico.

 

Cuando comencé a escribir este texto no tenia muy clara la idea de como plasmar a la mujer dentro de palabras, la verdad se me hace difícil describirla en letras porque ellas poseen todos los atributos no contenidos dentro un diccionario. Entonces quise con un par de fragmentos tratar de plasmar una de las características principales de ellas. Esta característica es la de permanecer en pie cuando nadie lo cree, su fortaleza inquebrantable las lleva a nunca perder la esperanza, esa esperanza ilumina cualquier lugar donde el hombre no pudo llegar. Ellas son las responsables de que esta sociedad no este sumida en plena oscuridad.

Este texto es inspirado en la historia de Débora la única juez de Israel - Jueces 4 - 5

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