El Gran Salto de Fe
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¿Jesus que es la Fe?
Con esa
pregunta comenzó esta historia, su voluntad se transformó en una persona de
brillante luz que no se podía opacar, era tan sorprendente dicha luz que solo podía
agachar mi cabeza y seguir su resplandor.
Seguí su
resplandor por varias horas, mientras iba caminando pude reconocer que subíamos
una colina, me sentía cansado debido a que la altura realizaba efectos contraproducentes
en mí. Los pulmones de mi cuerpo se inflaban el doble de su capacidad normal,
mi corazón quería entrar en paro. Lo único que me motivaba a seguir era la pasión
por seguir esa luz que nada ni nadie la podía opacar. Cuando ya no hubo mas que
subir llegamos a una planicie llena de hermosas flores. Mi sistema cardiorrespiratorio
se logró adaptar de manera sobrenatural al chocante cambio de altitud. Dicha sensación
me transmitía una sensación de libertad sin igual, la tripartición de mi ser quería
quedarse en ese lugar durante mucho tiempo, hasta que llego ese momento en cual
el gran ser de luz se dirigió al precipicio y salto sin temor alguno.
Las siguientes
horas fueron cruciales para mí, el alma de mi cuerpo comenzó a expresar un profundo
miedo al vacío, un particular sudor recorría mi cuerpo. Mi espíritu solo quería
seguir ese profundo sentimiento de valentía. Cerré los ojos y de repente me encontré
cayendo por un inmenso túnel de viento que parecía no tener final, lo que sigue
fue desastroso.
Mientras iba
cayendo una impresionante corriente de viento comenzó a impulsarme hacia arriba,
era tanta la fuerza del viento que en segundos pase la plataforma por la cual había
saltado, el límite se sentía infinito, era como si volara. De un momento a otro
se acabó la corriente, comencé a caer nuevamente.
Cuando volví a tener
sensibilidad nuevamente, me encontraba derrumbado en el suelo. Un profundo
dolor invadía cada articulación de mi cuerpo, mis huesos se habían convertido
en polvo. Lo que se después fue que una luz me cegó y desperté en una cama sin
dolor alguno.
Cuando decidí salir
de mi cama y del recinto en el cual me encontraba vi que estaba en una ciudad
donde sus calles eran de oro, su gente comenzaba a vociferar a una sola voz
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Llego, llego, llego. El salvador ha llegado.
La percepción que
se tiene de la fe es muy subjetiva en cada persona, lo único en lo cual podemos
coincidir es que seguir la voluntad de Dios siempre involucra pasos de fe
grandes y arriesgados. Mientras lo seguimos el transforma nuestro entendimiento
y carácter para volverlo mas fuerte y sabemos que el final del camino nos espera
una recompensa que supera nuestro entendimiento.
Relato de una
persona que tomo un paso de fe gigante y Dios lo recompenso por su valentía
Texto inspirado
en:
Mateo 21:24
Salmos 50:15
Hebreos 11:7
Salmos 94:22
Apocalipsis 21:1-9
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