El secreto de la vida está en la muerte
Me encuentro contemplando a la
mujer mas hermosa que he visto en toda mi vida. Los rayos de sol solo hacen
destacar sus profundos ojos, mientras voy bajando mi mirada comienzo a notar
como el vestido que lleva puesto resalta esas delicadas curvas que la hacen tan
sensual. El solo ver su cuerpo completo hace que mi cerebro comience a liberar dopamina,
su hermana la serotonina se une a la fiesta. Ahí es donde comienza a fallar
todo. Mi corazón se detiene y mi respiración comienza a fallar, me desmayo, cuando
despierto me doy cuenta de que fue otro sueño agradable, el cual fue
interrumpido por un despertador que me indica que la vida real no se puede
descuidar.
Así inicia mi día contando los números
progresivamente hasta llegar hasta cinco. En lo que me levanto me pregunto
porque debería seguir con el ciclo que diariamente repito, trato de convencerme
que todavía me falta algo por descubrir y con eso logro encender la llama de la
esperanza. Me doy cuenta de que ni siquiera el sol ha salido y que el cielo
sigue estando oscuro y estrellado. Esa misma oscuridad hace que mi piel se erice
recordando inevitablemente que el final de la noche esta por concluir, Su oscuridad
va dando los últimos suspiros con las bajas temperaturas. Mis sentidos ya se
encuentran a un setenta y cinco por ciento activos y mi mirada se centra en un
libro al cual le llaman biblia, leo un fragmento y trato de relacionarlo con mi
vida. No le encuentro el sentido y sencillamente lo cierro para así iniciar con
mis labores diarias.
Salgo de mi casa en donde el planeta me recibe con el desenfoque de un
brillante sol. Dicha perspectiva hace que mi pensamiento comience a trabajar en
las teorías de la creación del mundo, Hawking es uno de los que ocupa uno de
los escenarios principales, su hipótesis me sigue generando una duda, la cual
se basa en cuestionar quien fue el que decidió iniciar todo. El transporte
publico me hace dejar ese pensamiento en pausa y una rutina de largo trabajo
hace que me sumerja en constantes repeticiones de errores que esperan ser
solucionados, cuando acabo dicha rutina solo me levanto de mi silla y vuelvo a exterior,
esta vez no me recibe el cálido sol si no que me recibe una fría noche con un
toque de contaminación. Regreso a mi casa agotado por el ajetreo diario. Enciendo
la luz de mi cuarto, me siento suavemente en mi cama, exhalo profundamente, mi
cabeza hace un ultimo esfuerzo por pensar. Esta me recuerda que la vida es un
ciclo y que la muerte algún día llegara, mi conclusión sigue siendo que para
hallar la plenitud de la vida hay que morir; no quiero dejar de existir porque
me parece estúpida esa idea, miro al techo mientras mis neuronas me recuerdan
el libro que leí en el alba, sus letras evocan que la muerte ya fue asumida por
un hombre que nunca fallo y mediante ella otorga una vida sin igual a los que
deciden recibirla
Porque de tal manera
amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en
él cree, no se pierda, más tenga vida eterna.
Juan 3:16
Termino mi día con
mi cuerpo relajado esperando el inicio de uno nuevo y sabiendo que ya tengo vida
y que lo único que me falta por hacer es cumplir el propósito por el cual
existo.
Excelente! 👏🏼
ResponderBorrarUna inspiración que solo puede venir de un lugar y ese se llama Espíritu de Dios.
ResponderBorrarTienes talento para evocar linda lírica textual, has mejorado bastante camarada!
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