El paralelismo entre el humano, el silencio y el omnipotente.

Estamos en un mundo donde el silencio es intoxicado con el ruido de un planeta que no se detiene, el rugir de los motores abruma el canto de las aves cada mañana, resonancias de edificios en construcción apabullan las voces de los actores de una naturaleza en expansión. Dicha naturaleza es la humana, su constante ritmo de vida declara que su crecimiento puede alcanzar niveles insospechados. Su medio de comunicación está basado en la oralidad de las acciones diarias, pero su lenguaje predominante es el resultado de cuerdas vocales vibrando sin cesar, algunos resultados de estas vibraciones son los mensajes de amor, cantos y gritos. Pero cabe destacar que, aunque la voz es el medio principal de comunicación, esta es solo el transporte de los pensamientos generados en la conciencia. Esta cuna de pensamientos es el productor muchas veces de discusiones, pleitos y contiendas. Si tan solo el humano supiera que controlar sus pensamientos como un timón mueve un barco o las riendas de un potro amansan su fiereza cambiaría la perspectiva del mundo en el que vive.


Texto inspirado en:
  • Santiago 3:1-5
  • Proverbios 4:23


Pero como acallar las voces humanas cuando su estilo de vida nunca se detiene. La historia nos demuestra que las catástrofes son las únicas capaces de detener al humano, son conocidas porque son la debilidad de este ser antropomorfo. Son incontrolables, impredecibles y después de una de estas, nuestro segundo actor entra al escenario. El silencio muchos lo califican como herramienta, otros como un simple acompañante, pero la verdad el silencio es la perfecta representación de un gran maestre, alguien que a partir de sencillos actos da la bienvenida al personaje principal de la historia. Algunos actos conocidos de este gran presentador son la meditación, la introspección y la reflexión. Todas estas conducen a darle la bienvenida al Omnipotente.

Texto inspirado en:
  • 1 Reyes 19:11-13

Su gran poder es cuestionado por muchos, estos que dudan, califican su existencia como inexistente o que ni siquiera somos dignos de su presencia. Pero en este mundo existen opiniones de todo tipo, así como existen las mencionadas unas palabras atrás, también existen las que expresan que sí creemos en las palabras de alguien invisible que puede hacer lo imposible palpable. Mi concepción de el es lo que puedo encontrar en su autobiografía. Un libro antiguo que me relata como sus palabras aplacaron los vientos y las olas, susurraron y motivaron a un hombre a salir de su depresión, también condenaron ciudades a la extinción. No obstante, sus palabras iniciaron todo lo que conocemos hoy en día.

Texto inspirado en:
  • Hebreos 11:1
  • 1 Reyes 19:7
  • Mateo 4:39
  • Génesis 19:13
  • Génesis 1

En conclusión, como puedo terminar esto.  Las palabras del hombre tienen un inicio y un fin, su propósito es único, se pierden con el viento y su tiempo de vida es limitado. Pero las palabras del omnipotente son eternas, no tienen un inicio, tampoco un fin. El destino de ellas ya fue escrito, son multipropósito. El único requerimiento para que estas sean activadas es la Fe.

Texto inspirado en:
  • Apocalipsis 22:13
Dimas Antonio Mendoza
Breve opinión sobre el poder de la palabra de Dios. 

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